23 de juny 2011

Versiones opuestas de la historia del Camí de Ternelles

Los dueños sostienen que la ruta dejó de ser pública cuando el Estado subastó el Castell del Rei en 1811 - El Consistorio recuerda que el sendero ya servía de acceso al mar y a otras propiedades a

JOAN FRAU (DdM). El ayuntamiento de Pollença y la propiedad de la finca de Ternelles, representada por la sociedad Menani S. A., volvieron a verse ayer las caras en el juzgado de Inca en la segunda sesión del juicio por la titularidad del camino de Ternelles, que quedó prácticamente visto para sentencia a la espera de una última declaración pericial fijada para el 20 de julio.
La vista volvió a dejar en evidencia las versiones totalmente contrapuestas de ambas partes sobre el camino en disputa, con diferentes interpretaciones de la historia del sendero, que arranca en el siglo XIII, y sobre el auténtico trazado de la antigua ruta real que conduce al Castell del Rei.
El abogado de Menani S. A., Joan Socias, concluyó que "no existe un camino público" en Ternelles porque, entre otros motivos, "no hay ningún documento que refleje que la finca está atravesada por una ruta pública ni gravada por una servidumbre de paso". Además, apuntó que el ayuntamiento de Pollença "no ha aportado ningún título" que demuestre que es el propietario y "tampoco registró el sendero en el catastro ni en el inventario de bienes, como es su obligación".
El letrado de la parte demandante añadió que una prueba irrefutable está en el compromiso plasmado en el PGOU de 1990 de "expropiar" el sendero, lo que, a su entender, "reconoce la naturaleza privada" de la ruta. "El camino dejó de ser real en 1811, cuando el Estado subastó el castillo con el camino incluido; en ese momento pasó a ser privado", explicó. Además, el acceso al oratorio creado en 1736 por la propiedad "dejó de ser público en 1900, cuando el Obispado lo desafectó" y el trazado actual del camino "no coincide con el histórico".
"La compra no incluía al camino"
Miquel Ripoll, letrado del Ayuntamiento, apuntó que "legalmente", la institución local "no está obligada a aportar ningún título al ser la parte demandada". Añadió que "el camino público de Ternelles nunca ha formado parte de las fincas con las que colinda, de las que no se discute la propiedad", y recordó que "los bienes inalienables, imprescriptibles e inembargables como los caminos públicos no están sujetos a la normativa registral", lo que justificaría el hecho de que el Ayuntamiento no haya registrado la propiedad.
Respecto a la compra del antiguo castillo real en 1811, Ripoll explicó que "no incluía el camino, que no sólo conduce al Castell del Rei, sino que antes de 1811 ya conducía al mar y a los predios situados entre éste y el castillo". Además, el abogado añadió que en el siglo XIX "los caminos reales quedaron convertidos en rutas vecinales" y reiteró que el sendero siempre había sido de libre acceso hasta que en 1985 la familia March decidió cerrarlo con una barrera. "La pérdida del uso público no significa que se pierda el dominio público", apuntó. El abogado admitió que el trazado actual "no es el mismo que el del camino histórico, pero éste todavía es reconocible".
Antes de las conclusiones, testificó el historiador Pau Cateura, quien aseguró que el trazado actual es de finales del siglo XIX y que su punto final era el castillo, y no el mar, como sostiene el Ayuntamiento, y que la ermita de Ternelles fue construida por la familia propietaria, los Desbrull, si bien admitió que en el siglo XV hubo un primer edificio religioso financiado por el Ayuntamiento.
Gregorio Delgado del Río, catedrático de Derecho Canónico sostuvo que el oratorio "siempre ha sido de propiedad privada" a pesar de que el culto era público hasta 1900. A preguntas del abogado de la parte demandada, admitió que los oratorios "tienen entrada y salida a la vía pública" y estaban abiertos a todos los fieles.
Pere Salas, historiador citado por el Ayuntamiento, constató que a finales del siglo XIX había otros residentes en los predios situados entre el castillo y el mar que debían usar el camino para acceder a sus propiedades. Por último, el geógrafo Miquel Àngel March explicó que el camino actual "coincide con el histórico excepto en algunos tramos adaptados a las necesidades actuales" y añadió que el mapa de Despuig "destaca el de Ternelles como uno de los caminos más importantes de Pollença".
Las claves
La modificación del trazado, clave para la propiedad de Ternelles
La defensa de la sociedad Menani S. A. basa parte de su estrategia en sostener que el trazado actual del camino no coincide con el histórico del siglo XIII que conducía al Castell del Rei. El Consistorio admite la existencia de una "variante" más moderna que, sin embargo, "confluye" en diversos tramos con el trazado original.

Falta de documentación que demuestre la propiedad
El abogado de la propiedad reiteró que no existe ningún tipo de documentación que pruebe que el camino es propiedad del ayuntamiento de Pollença y que la voluntad de expropiar el sendero que figura en el PGOU de 1990 "reconoce la naturaleza privada del camino".

El Ayuntamiento asegura que el camino no sólo conduce al Castell
El Ayuntamiento defiende que el camino no sólo conducía al castillo real, sino que era utilizado desde tiempo inmemorial para acceder al mar y a otras propiedades situadas entre éste y el Castell del Rei. Además, sostiene que el oratorio privado recibía la visita de fieles ajenos a la propiedad mientras estuvo abierto al culto público.

La pérdida del uso público no implica la pérdida del dominio
El Consistorio apunta que el uso público del camino se perdió en 1985, cuando la propiedad barró el paso en s´Estret, pero "ello no significa que se haya perdido el dominio público", ya que la ruta "nunca ha formado parte de las fincas con las que colinda".
El alcalde de Pollença, Tomeu Cifre Ochogavía (PP) acudió ayer como espectador a la segunda sesión del juicio por la propiedad del camino de Ternelles. Durante un receso de la vista, el nuevo presidente de la corporación aseguró que el Ayuntamiento "acatará" la sentencia "sea en el sentido que sea". Cifre precisó que, en cualquier caso, el fallo judicial "no afectará al uso" del camino, regulado a partir de una sentencia del Tribunal Supremo que reconoce el uso público de la emblemática ruta ´pollencina´ y que permite el paso diario de veinte personas como máximo. Sin embargo, el nuevo primer edil añadió que la sentencia, sea cual sea, "podría influir a la hora de definir una nueva servitud de paso". La sesión volvió a contar con la presencia de representantes de la plataforma procamins.

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