A. F. V.(DdM) El Ayuntamiento de Pollença incineró el pasado viernes los restos de poda de las palmeras infectadas por la plaga del picudo rojo. Estos rastrojos estaban ubicados en un solar municipal de Llenaire, en el Port de Pollença. Ahora la zona ha quedado completamente limpia, según indicó ayer el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre (PP).El máximo responsable municipal señaló que el volumen de restos de poda es tan grande que sería muy costoso llevarlos a la incineradora. Por eso optarán por hacer quemas –controladas y autorizadas– de forma periódica.
Esta actuación llega después de que el Defensor del Pueblo remitiera un escrito al Ayuntamiento instando a la limpieza del solar. Anteriormente, numerosos vecinos de Llenaire protestaron por la posibilidad de que las palmeras sanas del Port de Pollença pudieran contagiarse.
Los restos de poda volverán a la zona, ya que la alcaldía ordenará a los jardineros que depositen los nuevos rastrojos se en ese mismo solar municipal.
Probando nuevas plantas
En cuanto a los árboles afectados por la plaga de picudo rojo, Cifre anunció que se seguirán podando las palmeras dañadas. Además, el alcalde explicó que resultará imposible eliminar las raíces de los árboles, ya que implicaría levantar aceras y calzadas.
Por ese motivo, los servicios de jardinería están realizando pruebas con diferentes plantas, de forma que las zonas que queden sin vegetación serán repobladas.
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