Se pedirá ayuda a pueblos vecinos para que impidan subir bebidas a los autobuses que vayan a la fiesta
PEP CÓRCOLES (DdM). Las fiestas de la Patrona de Pollença no se quedarán sin su revetla. Tras mucho discutir sobre la necesidad de eliminarla a causa de su coste y de sus consecuencias, pues con el tiempo ha derivado en un gran botellón, la comisión de fiestas adoptó la semana pasada una decisión salomónica.
Cabe destacar que hubo una gran asistencia de público. La sala de sesiones municipal estaba llena el pasado jueves por la noche.
El equipo de gobierno pretendía eliminar la verbena previa a l´Alborada sin hacer una consulta popular, ya no que había tiempo para ello y para elaborar el programa. Sin embargo, vecinos asistentes a la sesión pidieron que no se eliminara la fiesta. Propusieron que se pasará el concierto previsto para la noche del 31 de julio a la noche del uno de agosto, dejando para el 31 una velada de baile payés.
Así se acordó, pero también se decidió que la verbena del día uno durará sólo hasta las 2,30 horas para reducir costes de equipos y cortar la fiesta con tiempo suficiente antes de l´Alborada.
Para intentar frenar el botellón se hablará con los ayuntamientos de otros municipios, desde los que salgan autobuses hacia la verbena, pidiéndoles que controlen que no se suban bebidas.
Fuegos artificiales
Tampoco habrá fuegos artificiales; sólo una traca después de tocar el Viva Pollença en la Plaza Major. Cabe destacar que también se le deben varios montajes a la empresa de pirotecnia y ésta los ha reclamado en varias ocasiones.
La fiesta Marxa fresca se hará, con menos presupuesto, y la Marxa fresca infantil también, a pesar de que la intención del equipo de gobierno era eliminarla. Cambió de opinión tras la oferta de organizarla un grupo de voluntarios y la cesión gratuita del equipo de sonido por parte de la empresa Mai sona.
Tomeu Cifre, alcalde de Pollença, sostiene que "con estos recortes se ahorrará dinero y se podrá hacer una fiesta digna". Malena Estrany, teniente de alcalde, agrega que "restando duración a la verbena se le dará un poco de importancia a l´Alborada y no quedará engullida por el botellón de otros años".
Cabe destacar que hubo una gran asistencia de público. La sala de sesiones municipal estaba llena el pasado jueves por la noche.
El equipo de gobierno pretendía eliminar la verbena previa a l´Alborada sin hacer una consulta popular, ya no que había tiempo para ello y para elaborar el programa. Sin embargo, vecinos asistentes a la sesión pidieron que no se eliminara la fiesta. Propusieron que se pasará el concierto previsto para la noche del 31 de julio a la noche del uno de agosto, dejando para el 31 una velada de baile payés.
Así se acordó, pero también se decidió que la verbena del día uno durará sólo hasta las 2,30 horas para reducir costes de equipos y cortar la fiesta con tiempo suficiente antes de l´Alborada.
Para intentar frenar el botellón se hablará con los ayuntamientos de otros municipios, desde los que salgan autobuses hacia la verbena, pidiéndoles que controlen que no se suban bebidas.
Fuegos artificiales
Tampoco habrá fuegos artificiales; sólo una traca después de tocar el Viva Pollença en la Plaza Major. Cabe destacar que también se le deben varios montajes a la empresa de pirotecnia y ésta los ha reclamado en varias ocasiones.
La fiesta Marxa fresca se hará, con menos presupuesto, y la Marxa fresca infantil también, a pesar de que la intención del equipo de gobierno era eliminarla. Cambió de opinión tras la oferta de organizarla un grupo de voluntarios y la cesión gratuita del equipo de sonido por parte de la empresa Mai sona.
Tomeu Cifre, alcalde de Pollença, sostiene que "con estos recortes se ahorrará dinero y se podrá hacer una fiesta digna". Malena Estrany, teniente de alcalde, agrega que "restando duración a la verbena se le dará un poco de importancia a l´Alborada y no quedará engullida por el botellón de otros años".
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