29 de set. 2011

Casi dos de cada diez pequeñas empresas han cerrado desde 2008

J. FRAU (DdM) El sector del pequeño comercio tradicional en el municipio de Pollença padece de forma alarmante las consecuencias de la crisis y la imposibilidad de competir con las grandes superficies. Un 19 por ciento de estos comercios, casi dos de cada diez, ha cerrado sus puertas desde el pasado 2008, año en el que la recesión económica empezó a hacerse notar con fuerza. Ante esta situación, la patronal Pimeco y la asociación de comerciantes del municipio reclamaron ayer al ayuntamiento de Pollença la puesta en marcha de un "plan de acción" para hacer frente a la progresiva desaparición del comercio tradicional en el municipio del Nord.

Según el informe semestral de Pimeco, publicado el pasado mes de julio en base a una información del INE, en el año 2008 se contabilizaban 522 comercios tradicionales en Pollença, cifra que se redujo a 471 en 2009. El pasado año el número de negocios había descendido hasta los 423. Todavía no hay datos de 2011, por lo que el próximo balance podría arrojar resultados aún más pesimistas.
Entre la batería de acciones que la patronal y la asociación de comerciantes ha propuesto al equipo de gobierno ´pollencí´, formado por PP y Lliga Regionalista, figuran la necesidad de desarrollar "cuanto antes" un plan de excelencia turística para el Port, núcleo más afectado por los cierres, en el que se implique a "todos los agentes económicos de la localidad".
Además, también se ha reclamado al Consistorio la integración de un sistema de señalización de los comercios y los principales puntos de interés del municipio, el puerto y Cala Sant Vicenç, así como la reordenación y ampliación de los puestos de aparcamiento del núcleo costero.
El objetivo es "hacer frente al despoblamiento que ha sufrido la planta comercial" de Pollença en el último lustro y "mejorar la competitividad de los negocios tradicionales del municipio".
Fuentes de la patronal Pimeco explicaron ayer que la proliferación de grandes superficies "ha supuesto un clavo más en el ataúd" en el que, simbólicamente, ya estaría enterrado el pequeño comercio por los efectos de la crisis económica y de otros factores negativos como la venta ambulante.
Pimeco culpa, en gran parte, a la directiva Bolkestein de la actual situación del comercio tradicional, ya que su entrada en vigor ha liberalizado la implantación de grandes centros comerciales contra los que no pueden competir.

1 comentari:

  1. fartdepollença29.9.11

    No vos preocupeu, a Pollença el comerç no passa tanta pena. Han aconseguit desviar el turisme d'Eu Moll cap a "la capital". Quanta més merda hi hagui a n'Eu Moll millor per ells.

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